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Cantar el Mantra OM

Actualizado: 1 nov 2022


El OM, una entre tantas maneras tradicionales para sentir y mover el QI.


El mantra es una técnica que no exige muchas condiciones especiales. Esta meditación puede practicarse, fácilmente, en la intimidad de una habitación.


Cantar el OM, Paso a Paso

“Para entender cómo funciona el Universo, hay que pensar en términos de la frecuencia, la vibración y la energía.” (Nikola Tesla)

Aunque mucha gente se pone a, simplemente, cantarlo en silencio, la mejor manera de cantar OM es siguiendo un sonido referente. Un sonido así, antiguamente, y con la tecnología antigua, solía venir de un gong, o un cuenco metálico. Hoy, con un otro tipo de tecnología, el sonido puede venir, igualmente, de los audio-reproductores.


¿Dónde?


La calidad de un sonido se define, principalmente, por sus armónicos. Los armónicos, resumido, son unas frecuencias que pueden, o no, aparecer por encima de la frecuencia básica de un sonido. Todas estas frecuencias, entre ellas, están relacionadas de una manera matemática y exacta. Cada una, así, tiene su propio lugar. Al fin y a cabo, estos lugares, históricamente, han servido como la base de las teorías musicales.


Los armónicos, siendo unas frecuencias puras, tienen la capacidad de rebotar de las superficies planas.

Por eso, mientras se practique un mantra, debería haber cerca al menos 1 pared. De lo contrario, el sonido se perderá, lo que obliga a un sobre-esfuerzo de la voz. Entonces, sería difícil, por lo tanto, practicar un mantra si el espacio esté totalmente abierto.



¿Cómo?


Una buena preparación, antes de cantar, es hacer algún tipo de pranayama. Eso abrirá los pulmones, calmará la mente y ayudará la concentración. Anuloma Viloma puede ser una buena opción, aunque, cualquier tipo de una respiración relajante está bienvenido.

La vibración, producida por el aparato vocal, tiene que llegar hasta los dedos de los pies. Una vez allí, eso significaría que el cuerpo entero se ha puesto a vibrar. Un fenómeno así no tiene por qué extrañar, ya que el esqueleto, en realidad, es como una gran caja de resonancia.


Para optimizar la vibración, hay que permitir que el sonido pueda transmitirse al suelo. Los instrumentos como, por ejemplo, violoncelo y contrabajo, tienen la posibilidad de optimizar su resonancia. Apoyándose al suelo directamente, con una pica de metal, estos instrumentos transmiten la vibración más allá de su cuerpo. De lo contrario, su vibración sería hasta 15% ahogada. Por la misma razón, cantando el OM, la conexión con el suelo es más que recomendable. Una manera de cantar, es sentado en el asana. Con eso, el coxis está tomando la tierra. Otra, es simplemente sentado, con los pies descalzos y encima del suelo. Cantar de pie, por ejemplo, no sería una buena opción. Sencillamente, porque las otras 2 opciones, a parte de suponer menos esfuerzo, ya ofrecen un mejor flujo de la vibración.

Hay diferentes sonidos OM que se pueden utilizar como el acompañamiento. Estos sonidos, más bien, no son nada más que unas frecuencias diferentes. Entre ellas, la más tradicional es de 108Hz. En realidad, es casi lo mismo que los famosos 432Hz, pero 2 octavas por debajo (432 : 4 = 108).


Los 108Hz es una frecuencia con unos armónicos naturales muy ricos. Por eso, tiene la capacidad de viajar entre los huesos con mucha facilidad. Llegar, así, del aparato vocal hasta los pies es muy fácil, haciendo vibrar todo el cuerpo. Esa vibración, al fin y a cabo, no es nada más que el Prana paseando por los huesos. Y, con eso, por el cuerpo entero.


La manera de cantar OM tiene unas cuantas peculiaridades. Antes de todo, hay que saber que se trabajan 2 zonas de resonancia diferentes. Una, es para la vocal "O", que tiene que despertar a los armónicos graves y medio-graves. Para eso, su zona de resonancia está situada en la caja torácica. Otra zona, para la consonante "M", está encargada en los armónicos medio-agudos y agudos. Para ellos, lo adecuado es, por supuesto, la zona del cráneo. El Om se canta sincronizándose con la respiración. Es decir, inhalando por la nariz, y exhalando cantando. La "O" saldrá por la boca, y la "M", obviamente, por la nariz. Cantando, la voz debería afinarse con el sonido de referencia (la frecuencia elegida). Puede pasar, mientras tanto, que se aprecie una vibración (frecuencia binaural) entre la voz y el sonido de referencia. Esa vibración significaría un desajuste entre estos 2 sonidos y, en ese caso, habría que afinar un poquito la voz.


Una manera, para ajustar la voz, es ir moviendo la mandíbula. Habrá, consecuentemente, una posición de mandíbula con la cual la dicha vibración desaparecerá. Esa posición es, justamente, la que hay que mantener cantando, y sobre todo inhalando el aire. Gracias a ella, la frecuencia escuchada puede entrar y viajar, en forma de vibración, desde la cabeza hasta los pies. Esta vibración es, nada más, que una forma de energía (Prana), introducida desde el aire, primeramente recibida en forma de una frecuencia. Cada frecuencia trae su propia energía, y se manifiesta a través de su propia vibración. Hay que destacar, que como todas las frecuencias son diferentes, las energías que ellas proporcionan lo serán también. Por lo tanto, la elección de los sonidos de referencia podría estar más compleja que lo que parece. De todos modos, el primer minuto de la escucha debe de ser suficiente, para decidir si seguir escuchándolo, o no. Obviamente, muchas redes sociales ofrecen numerosas referencias, en cuanto a los posibles sonidos para cantar el OM. Mi recomendación: si, 1 minuto más tarde, te sigue proporcionando una buena sensación, genial que todo va bien.

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