El WHM (The Wim Hof Method) no necesita unas extra-explicaciones. Más que nada, porque los numerosos tutoriales de Wim, además disponibles en diferentes idiomas, ya lo hacen muy bien. Aún así, en este artículo, me gustaría intentar presentar este método revolucionario desde el punto de vista pránico.
La medicina tradicional china (MTC) enseña, desde hace milenios, que el Qi entra en el cuerpo, principalmente, por 3 vías: los alimentos, el agua y el aire. Esta última, es decir, la respiración, es la clave del WHM. a ver lo que pasa y cómo se puede combinar
El WHM, ¿qué es, y cómo funciona?
“Me voy al frío antes que el frío me viene a mí.”
El Método Wim Hof es una práctica que combina 3 disciplinas: la oxigenación del cuerpo, la exposición al frío, y el compromiso. Las 3, juntas, llevan a una salud emocional, mental, física y espiritual que, como ya está documentado, sobrepasa las barreras de la salud establecidas. Sobre todo, a partir del 2011 cuando, gracias a su método, Wim pudo resistir una inyección directa de la endotoxina. Antes de él, unos 16.400 voluntarios habían intentado lo mismo, a lo largo de los años. Desafortunadamente, todos caían enfermos. Hoy en día, Wim ya lleva años enseñando, con éxito, a la gente de todo el mundo cómo hacer lo mismo. Su método, por ejemplo, ha ayudado a varios a curarse del cáncer, aunque hayan estado, incluso, en la fase terminal de su enfermedad.
La oxigenación del cuerpo. El protocolo es bastante sencillo, comparado con los beneficios que trae. Serán, normalmente, 4 rondas de lo mismo. Eso sí, cada siguiente ronda resultará más potente que las anteriores. Metafóricamente, este ejercicio es como conducir un coche supersónico, e ir subiendo las marchas.
Cada ronda comienza son 30 respiraciones profundas, pero relajadas: del vientre al pecho, a la cabeza, y fuera. El cuerpo, en esta fase, recibe más oxigeno, y se deshace más de su dióxido de carbono. El nivel PH, como la consecuencia, va subiendo y el cuerpo se alcaliniza. El cuerpo, dicho de otra manera, recibe más Prana que normalmente.
Con la última inhalación, el practicante exhala el aire de una manera normal, y deja de respirar. El cuerpo, con eso, entra en un estado de estrés, que se puede supervisar, controlar, y, claro, interrumpir. Pero con la existente sobrecarga del oxigeno, el cuerpo, en realidad, no necesita reanudar inmediatamente la respiración. Ese oxigeno, poco a poco, va llegando a los sitios donde, normalmente, esté faltando. Aparecerá, como la indicación, un hormigueo señalando la zona del cuerpo que esté bien oxigenada. Las manos serán, normalmente, las primeras. Con el tiempo, y la práctica, este hormigueo irá extendiéndose por todo el cuerpo. Esta sensación es, por ejemplo, bastante parecida a lo que, en acupuntura, sería el De Qi ("la llegada del Qi").
Durante esta no-respiración, el practicante escucha el látigo del corazón, e intenta ralentizarlo. Esto, quizás, es la clave del método Wim Hof, porque es lo que, realmente, ayuda a manejar el estrés. Esta acción, una vez aprendida, formará parte, también, de las otras 2 disciplinas del WHM.
Cuando el cuerpo, durante la no-respiración, vaya llegando a su límite, entrará en un estrés mucho más intenso. El corazón, consecuentemente, empezará a bombear la sangre con más fuerza. Con eso, otra vez llega el momento para ralentizar el látigo. Al hacerlo, la no-respiración se puede llegar a extender un poco más aún. Y, durante esos momentos extra-ganados, el cuerpo revelará los sitios donde más le falta el oxígeno. Es decir, donde falta la energía (Prana).
La salida de la no-respiración es una inhalación bien profunda. Seguidamente, el practicante mantiene el aire durante 15 segundos, llevando su compresión de los pulmones a la cabeza. Aquí, el cuerpo lleva el oxígeno (Prana) a donde le falte, mientras el practicante lo puede observar conscientemente. La cabeza, ahora, está recibiendo un chute pránico también, lo que expande las posibilidades cerebrales. Luego, al expulsar el aire sin esfuerzo, dejándolo salir, empieza la siguiente ronda. O, si esta haya sido la última, entonces esto será el final de este ejercicio. Lo siguiente, sería algún tipo de la exposición al frío. Una ducha fría, por ejemplo, es de lo más típico, y funciona muy bien.
Durante la exposición al frío, calmar el corazón ayuda a superar el estrés de enfrentarse a ese frío. De la misma manera, calmar el corazón se puede aplicar, luego, en cualquier situación cotidiana para aliviar el estrés.
Mientras que la mente reacciona al frío con un "¡Tengo frío!", el cuerpo puede tener unas respuestas muy diferentes. La primera es la contracción de los vasos sanguíneos. Esta reacción, sorprendentemente, no tiene que ser alarmante, dado que los vasos también tienen sus músculos. El frío, por lo tanto, es el mejor tipo de musculación que los vasos sanguíneos podrían recibir.
La segunda respuesta, o mejor dicho una consecuencia, es en el bombeo del corazón. Reduciendo, como antes, el látigo, el bombeo llegará a ajustarse para que la sangre circule fluidamente por los vasos contraídos. El estrés por el frío, con esto, se reemplazará con la fuerza, la valentía, y la paz. Las temperaturas bajas, además, vienen muy bien para cualquier tipo de inflamaciones. Una vez más, en una situación de estrés extremo, la mente mantiene la calma y observa el flujo de Qi.
Los beneficios
“Happy, Strong and Healthy!”
"¡Feliz, sano, y fuerte!", está diciendo Wim. Feliz, porque enfrentándote al estrés, te enfrentas y calmas a tus emociones y tus miedos. Sano, porque tu salud está mejorando. Y, al fin y a cabo, todo esto te hace más fuerte. El WHM ha cambiado, y sigue cambiando, las vidas de millones por todo el mundo.
“High on Your Own Supply!”
Aludiendo a una vida sana y sin drogas, "¡Colocado con tus propios recursos!" es otra de las frases poéticas de Wim. Con "los recursos" se refiere, por supuesto, a unas reacciones químicas poco exploradas del cuerpo. Y, "la colocación", claramente, sería el bienestar por las dichas reacciones, provocadas por una energía recibida, solamente, del aire (Prana).
El cerebro a 100%
Todos los tipos de la meditación tienen algo cosa en común, y son las ondas gama del cerebro. Estas ondas, las más rápidas de todas, aparecen como la consecuencia de la calma y la concentración.
Existe un vínculo entre WHM y Sun Gazing, y es la glándula pineal. Es el mantenimiento del aire durante 15 segundos, precisamente, donde es posible aplicar una habilidad adquirida con el Sun Gazing. Esa habilidad, es la conexión entre la pineal y el dedo gordo. De esta manera, esa compresión del aire en la cabeza se puede llevar a los pies mucho más rápido. Se percibirá, mismamente, en forma del hormigueo, y ayudará a la expansión del oxígeno hasta las partes lejanas del cuerpo.
Tomando conciencia sobre los dedos de los pies, se toma la conciencia sobre las glándulas endocrinas situadas en la cabeza. Son ellas, precisamente, las que controlan y mantienen un buen funcionamiento de nuestro ser. Una vez amigadas, estas glándulas pueden, incluso, aceptar las peticiones. Es decir, uno puede voluntariamente mandar el Prana a donde note que su cuerpo lo necesitase.
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