Aunque, de entrada, suena como algo para adelgazar, la nutrición pránica es, en realidad, para mucha gente todo un estilo de vida.
Todos conocemos el tópico "eres lo que comes". Entonces, ¿por qué no decir "come lo que eres"? Y, finalmente, somos la energía, el campo electromagnético, la manifestación corporal hecha realidad gracias al Sol.
Dos Tipos de Hambre
El hambre es una sensación que, en general, debería aparecer como la señal de la falta de energía. Metafóricamente, para un coche, el hambre sería el parpadeo del testigo de combustible. Sin embargo, como la alimentación juega un papel clave en la supervivencia, eso hace que todo se ponga más complejo.
Por el miedo de no quedarse sin energía, uno intenta, obvio, adelantar con tiempo todo el proceso de la alimentación. De allí, en consecuencia, viene lo de conseguir alimentos, cocinar, hacer reservas, etc. o, simplemente, "comer fuera". Ese miedo, entonces, lleva a la formación de ciertas emociones, vinculadas con la comida y el apetito. Estas emociones, generalmente, pueden estar relacionadas con: la posesividad, la rutina, la inseguridad, la indecisión, y/o la rabia. De allí, esta necesidad de, comiendo, satisfacer algunos impulsos emocionales, se denomina la alimentación emocional. Pues bien, vamos por partes.
Tipos de Energía Nutricional Disponibles
“Un medicamento no es igual de bueno que la comida. La comida no es igual de buena que el Qi.” (proverbio Tao)
A parte de la energía disponible en la comida, en la Tierra existen unos 3 fuentes de energía más, para nutrir a un ser vivo.
El campo electro-magnético de la Tierra. Una fuente de energía como esta es, prácticamente, inagotable. Además, el campo electromagnético está disponible 24x7. Los receptores principales serán, por supuesto, los pies, de donde la energía podrá subir hacia arriba. Sin embargo, las manos también son muy buenos receptores. La energía, finalmente, podrá estar percibida en forma de hormigueo, como una corriente eléctrica de un voltage muy sutil.
La radiación Solar. La mejor manera de recibir esta energía es, curiosamente, mirando el Sol. Pero, antes de probarlo, es muy importante informarse cómo hacerlo sin riesgo para los ojos. Para eso, una manera sería leer un artículo de este blog llamado Sun Gazing: de la Fuente al Cuerpo. Simplemente, entre otras cosas, se trata de la activación de la glándula pineal, encargada de recibir la luz solar. Luego, la pineal va distribuyendo esa luz por todo el cuerpo. Existen, también, 2 maneras más para cosechar el Qi del Sol. Una, es recibir la energía solar a través de la piel. Otra, es por las plantas de los pies descalzos, caminando encima de la tierra seca, sin hierba y ligeramente tibia. De esta manera, la energía solar, acumulada en la tierra, puede estar absorbida por los pies.. Sin embargo, para estas dos, también, la condición para poder hacerlo es haber hecho, previamente, el protocolo de Sun Gazing. Sino, otra manera de captar los fotones es con el agua. dejándola expuesta al Sol, entre 5 y 8 horas. Luego, esta agua habrá que beberla durante los próximos 24h. La energía, finalmente, e igual como la del campo electro-magnético de la Tierra, se percibiría en forma de hormigueo,
El aire. El autor de este artículo, en este momento, todavía no está capacitado para hablar de este tema. De todos modos, según los Yoguis, el aire contiene la energía solar 24x7. Según ellos, unas técnicas específicas de respiración pueden llevar a esa energía a todas las zonas del cuerpo. Hoy en día, la tecnología confirma la afirmación de los Yoguis en cuanto la nutrición sin la comida. El hígado, por ejemplo, puede producir grasas. La vejiga, sorprendentemente, puede absorber la orina, como una orino-terapia interna. En el estomago, luego, hay bacterias que sintetizan las proteínas y enzimas a base de nitrógeno. Recordémonos, 78% del aire es nitrógeno. Los carbohidratos son el carbono, el oxígeno y el hidrógeno, y ellos, también, están en el aire. Y, finalmente, la vitamina D afirma que el cuerpo puede sintetizar, incluso, las vitaminas. Entonces, sabiendo que un ser evoluciona adaptándose a los cambios, y existen pruebas de la alimentación puramente pránica, podríamos decir que la evolución es posible, incluso, dentro de una sola vida.
Gestión de las Energías
En la vida cotidiana, existen 6 principios de gestión e incorporación de estas energías, para poder nutrirse de ellas:
Descubrir. Tratándose de una energía más sutil que lo que, hoy en día, se entiende como "energía", al principio cuesta reconocerla. Sin embargo, muchos, a una escala más pequeña, la experimentan de vez en cuando. En general, gracias a las ondas gama de nuestro cerebro, cualquier tipo de meditación atrae el Qi. Con eso, cada uno de nosotros, cuando duerme, experimenta con esta energía. Al fin y a cabo, por algo nos levantamos con más energía que cuando nos acostamos.
Hacer que circule. La energía necesita estar en movimiento. Por eso, una vez percibido en alguna zona del cuerpo, al Qi hay que permitirle que se vaya expandiendo. Finalmente, la energía debería llegar a circular por todo el cuerpo.
Afinar. Con la práctica, uno aprende a reconocer la presencia del Qi en su cuerpo. Lo siguiente, habrá que establecer una sintonía con la fuente de la energía. De esa manera, el practicante encuentra un vínculo directo con la fuente, que puede usar luego en su libre albedrío.
Reunir. Una vez "enchufado", ya se pueden ir cargando todas las pilas. Es decir, hacer llegar la energía a todas partes del cuerpo, y que se sienta cómoda allí. Todo es uno, y, con eso, al recibir el Qi, también hay que poder enviarlo hacia fuera, retro-alimentándonos con nuestro entorno.
Proteger. Como todo es uno, retro-alimentándose constantemente, también existe el peligro del desperdicio de la energía. Eso ocurre, normalmente, al dejarse llevar por las emociones negativas. Por un lado, la carga emocional negativa está quitando muchísima energía. Mismamente, una carga emocional positiva estará llenándonos de energía. Partiendo de allí, es importante saber no dejarse llevar por las influencias externas. Reaccionar emocionalmente, o desde amor, en realidad, es una elección.
Purificar. El autor de este artículo, en este momento, todavía no está capacitado lo suficiente para hablar sobre este tema. Pero, en resumen, el tema trata de la purificación de todas y cada una de las energías que lleguen desde el exterior.
Diferencia entre el Hambre, el Ayuno y la Nutrición Pránica
El hambre, como la norma general, es una consecuencia de la falta de energía. Así, esta sensación es lo que se puede experimentar durante un ciclo alimentario continuo, basado en una alimentación regular y continua. Entonces, cuando este ciclo se interrumpa, o es insuficiente, aparecerá el hambre. Generalmente, el hambre se siente por no tener alimentos durante la falta de energía, o por no poder consumirlos por la razón que sea.
El ayuno es una abstinencia de la comida, voluntaria y consciente, con algún objetivo en particular. Ese objetivo, por ejemplo, puede ser la desintoxicación, o la pérdida de peso, etc. Mismamente, la duración de esta abstinencia también es voluntaria, desde algunas horas hasta varios días. De allí, una de las diferencias entre el hambre y el ayuno, estará en la percepción del tiempo. Obviamente, cuando hay hambre, uno intentaría que ese tiempo termine lo más rápido posible, para que vuelva a comer. Y durante el ayuno, a cambio, se espera pacientemente que pase el periodo propuesto. Es decir, sin esa paciencia, lo que uno experimentaría durante su ayuno, no sería un ayuno, sino el hambre. Del mismo modo, el hambre también puede convertirse en un ayuno, si se esté pasando con la paciencia.
En comparación con el hambre y el ayuno, la nutrición pránica tiene sus tanto similitudes, como las diferencias también. La similitud, claro, sería la no-consumición de los alimentos. Pero, la diferencia está marcada con el hecho de que la nutrición, incluso sin ingerir ningún alimento, no quedará interrumpida.
La nutrición pránica tiene un concepto muy diferente. Más que nada, este tipo de alimentación no obliga a comer unas ciertas veces al día. Ojo, tampoco hay que confundirlo con "no comer nada". De hecho, la nutrición pránica es, por decirlo de alguna manera, un "comer sin parar". Es decir, si se compare con el hambre o el ayuno, la absorción de una energía disponible 24x7 recuerda, más bien, a un banquete.
Las Directrices de los Alimentos y el Auto-Conocimiento Emocional
La manera de comer guiada, principalmente, por los impulsos emocionales, es un hábito conocido como la alimentación emocional. De hecho, los alimentos deseados, según los nutrientes que aportan, colaboran con nuestra salud mandándonos unos mensajes de advertencia. Veámonos, entonces, esos mensajes, basados en la teoría de Los Cinco Elementos Chinos.
El Círculo Vicioso de las Emociones Negativas
Alimentos que aportan grasas (elemento Madera). Estos alimentos provocarán las emociones relacionadas con la rabia y la intolerancia.
Ejemplo: quesos, fuet, chorizo, manteca, aceites...
Comportamiento: mal humor en falta de comida.
A estas emociones, entonces, habrá que sustituirlas por la paciencia, y podrán neutralizarse también con el desapego. La paciencia, a la vez, puede nutrirse de la confianza.
Alimentos que aportan proteínas (elemento Metal). Los alimentos proteínicos traen unas emociones basadas en la posesividad y el miedo a perder.
Ejemplo: carne.
Comportamiento: creencia de tener derecho al otro ser vivo, de origen tanto animal como vegetal, en partes o entero,
A esas emociones, entonces, habrá que sustituirlas por el desapego, o el llanto, y pueden neutralizarse con la risa y la creatividad. El desapego podría recibir una muy buena influencia de parte de la alegría.
Alimentos que aportan vitaminas (elemento Fuego). Estos alimentos provocan unas emociones que llevan a la rutina y el miedo a crear.
Ejemplo: Zumos, alcohol, café, tabaco.
Comportamiento: comer por costumbre.
A este tipo de emociones habrá que sustituirle por la creatividad y la risa, y puede neutralizarse con la confianza. La creatividad, a la vez, puede estar nutrida de parte de la paciencia y la tolerancia.
Sal y agua (elemento Agua). El exceso de sal y agua está relacionado con la inseguridad y el miedo visceral.
Comportamiento: beber agua para "llenarse", o "apagar el fuego"; echar mucha sal para que sea el sabor que predomine.
A la inseguridad hay que sustituirla por la confianza y la valentía, y puede neutralizarse con la alegría. La valentía y la confianza, a la vez, pueden estar apoyadas por el llanto y el desapego.
Alimentos que aportan carbohidratos (elemento Tierra). Los carbohidratos pueden llevar a la duda y el miedo a actuar.
Ejemplo: pan, panificaciones, pasta, azúcar.
Comportamiento: parecerse a los productos elaborados con harina (duro por fuera, blando por dentro); necesidad eterna de consejos, de algo que penetre en el cerebro con la misma eficacia que el pico de azúcar.
A las emociones relacionadas con la duda, habrá que sustituirlas por la acción y la alegría, y pueden neutralizarse, a su vez, con la paciencia. La alegría y la acción, finalmente, pueden estar apoyadas por la risa y la creatividad.
El Camino de un "Breatharian"
“El objetivo no es dejar de comer. El objetivo es tener buena salud.” (Hira Ratan Manek)
El término "breatharian" viene del inglés "breath" (aliento) y, aunque no hay tantas informaciones en castellano sobre este tema, podría traducirse como "un respirariano", como alusión a "un vegetariano". Se trata, en el fondo, de un estilo de vida, denominado según el modo de alimentarse. El respirarianismo (breatharianism), entonces, sería la nutrición basada en lo que está en el aire. Hoy en día, aunque hay gente afirmando vivir de esta manera, sólo unos pocos han estado confirmados científicamente. Uno, por ejemplo, ha sido Prahlad Jani, que vivía sin comida ni agua. Otro, situado en el Libro del Guinness con 411 días (monitorizados) sin comer, era Hira Ratan Manek. Aunque, su caso sería un poco especial, porque él se nutría directamente del Sol (Sun Gazing), y sí bebía agua.
Los breatharians de hoy en día afirman que hay 4 niveles del respirarianismo. Aunque, habrá que decir, el más conocido, Hira Ratan Manek, no encaja exactamente dentro de esta teoría. Aún así, la explicación de los 4 niveles es una buena ruta de referencia.
Cada camino, de cada uno de nosotros, es único. Decidir a probar la aventura respirariana sería, al principio, como pisar en una selva, muy cañera y sin ningún sendero. Con el tiempo, esta selva podrá ir convirtiéndose en un desierto, donde poder construir los senderos propios. La experiencia de los maestros más grandes es lo que, realmente, está guiándonos durante estos viajes.
Los 4 Niveles de "breatharianism"
Nivel 1. La nutrición pránica es algo que, a una escala pequeña, experimentamos muchos de nosotros casi a diario. Pasa que, ni nos damos cuenta. Se trata de, sencillamente, un chute energético del aire fresco, o del Sol, o, por ejemplo, del buen sueño. De hecho, cada actividad que incluye la meditación, o la concentración, está conectándonos con el Qi.
Nivel 2. Cuanto más limpio el cuerpo, a nivel emocional, mental, físico y espiritual, mejor alberga al Qi. Por eso, los ayunos intermitentes regulares asegurarán una conexión mejor. Entre ellos, lo que realmente marca la diferencia es el ayuno seco 1 día por semana.
Nivel 3. El concepto de este nivel es parecido al del nivel anterior, pero con una diferencia muy significativa. Mientras que el nivel 2 dice "1 día por semana sin comer", el nivel 3, recíprocamente, será "comer 1 vez por semana". El resto de los días, en teoría, no se consume ni siquiera el agua.
Nivel 4. Ni comida ni agua.
Cualquier meditación, o la concentración, atrae el Qi gracias a las ondas gama que estas actividades producen en el cerebro. Por eso, meditar es fundamental, si uno quiere tener las experiencias pránicas. Los del nivel 4, de una u otra manera, están meditando 24x7. Es recomendable, también, mantenerse en buena forma física, y hacer ejercicios. Eso sí, sin pasarse. Al cuerpo, obviamente, se le puede dar un poco de caña, pero eso NUNCA quiere decir que hay que dejar de escucharle.
Consejo para los Futuros "Respirarianos"
Si estés hambriento, come. No es ninguna competición. El proceso es lento. Disfruta de ello. Medita mucho y observa tus emociones. Gracias.
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